El micrófono convertido en respetado moderador de las intervenciones.
Las voces de muchas personas amplificadas por el micrófono.
Las personas que organizan el sonido.
Las personas que organizan la comida.
Las personas que organizan las firmas.
Las personas que organizan las comisiones.
La comisión de comunicación, responsabilidad de los alumnos de segundo de Periodismo de la universidad.
Los profesores de la Facultad de Filosofía y Letras que están en la plaza apoyando.
La clase que darán los niños de 2º de Primaria del colegio Hilarión Gimeno el próximo jueves, en la plaza.
La clase magistral de macroeconomía china que nos dio mi padre a Marta y a mí.
Que mis padres y Marta se conocieran.
Que mientras yo estaba en un extremo de la plaza, Elvira me llamara desde el otro para contarme lo que veía: gente, gente, gente.
La sonrisa de Chupito, comprometido siempre y feliz.
Que Chupito, entre todas las tiendas de campaña Quechua, haya plantado una canadiense, una de esas a dos aguas de las que parece que en cualquier momento podría salir mi padre aún con pelo.
15 de mayo, en la manifestación.
La tienda de Chupito.
El sábado, 21 de mayo. La foto está sacada justo desde el centro del la concentración, a mi espalda, había otros tantos y a los lados, más o menos igual.
Los chicos de la comisión de comunicación.
15 de mayo, en la manifestación.
Aportando su experiencia.
(Siento el retraso, pero casi no ha habido tiempo. Hay más fotos, pero ya, para otro post.)
Lo mejor de esa plaza es ir tan bien acompañada, y tu casa para descansar tan cerca, ¡y el encontronazo con tus padres!
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