El conejo, harto de vivir en la chistera, presentó su dimisión al mago. Trabajó después un tiempo en la pastelería, pero se despidió en la víspera de Pascua. Ahora, vive feliz en una mansión donde mujeres exuberantes lucen bragas con su silueta orejuda estampada.
Si es que no hay nada como encontrar la verdadera vocación de uno...
ResponderEliminarSí, Rick, es muy satisfactorio llegar a algún punto.
ResponderEliminarNada de rendirse, miraré hacia mi futuro como un conejo :)
ResponderEliminarun besico!
A ido a parar a buen sitio, me cambiaría por él, seguro
ResponderEliminarwwwooo es geneal lo que pueda succeder alo largo de la vida no lo cren?
ResponderEliminarcIeRtO AnOnImO muchas cosas pasan en un momen
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