Los domingos son días moribundos, especialmente en invierno. El ambiente es melancólico y hasta parece que anochece más temprano. La sensación que producen es la misma que sientes justo antes de arrancarte una tirita, que en realidad es el despertador sonando el lunes a las siete de la mañana.
Pues a mi éste me está resultando menos gris con tus textos y tus notas por aquí rulando.
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