De vuelta

Tres son los meses que han pasado desde la última vez que escribí en el blog, ¡con lo chulo que me quedó el título! No sé si es dejadez, falta de interés o sensación de que lo que cae aquí adquiere cierto pecado original. El caso es que después de pasar por el Congreso de Periodismo Digital de Huesca y comprobar que todo el mundo tiene un blog, desde Ramón Lobo hasta el menganito que se sentaba delante de mí, pasando por Ignacio Escolar y otros tantos fulanitos, he decidido volver a cuidar del mio. No es una promesa, sino un propósito, y como al final tampoco le importa a nadie...

Por cierto, más información sobre el mencionado congreso en el blog de Marta Sanuy

En fin, retomo con el micro que ganó el concurso de hiperbreves del Círculo Cultural Faroni.

Toda la casa de borrachera

Para una noche que llego sobrio a casa, ¡y menuda curda llevaba la

banqueta! Me intenté sentar en ella para quitarme los zapatos y no

había manera porque estaba venga a menearse. La mesilla

también se había unido a la fiesta, quería dejar mi medallita de oro

en el cajón, pero se me iba de aquí para allá. ¡Yo todo era intentar

cogerla, y ella, todo querer escaparse! El perchero, ciego como un

piojo, lanzaba la gabardina y el sombrero contra la cama, que tenía

las sábanas arremolinadas y muertas de risa. Al final me fui hacia

el mueble-bar, a ver si también yo me ponía a tono.

El dibujo es un regalo de Paloma Pájaro.