Buscar este blog
miércoles, 18 de abril de 2012
Paradojas de la vida tributaria
Por primera vez me ha tocado devolverle a Hacienda. No porque este año haya ganado mucho dinero, qué va, no llego al mínimo para tener que declarar, pero he tenido varios pagadores y en este caso, te obligan a declarar.
¿Por qué he tenido varios pagadores? Entre otros menesteres, porque gano tan poco que he tenido que pluriemplearme y trabajar en verano para ganar más. Al tener dos pagadores extra que me han pagado más de 1.500 euros (1.610 concretamente) tengo que hacer la declaración.
Tras la rabia, me he resignado pensando en lo bien que atendieron recientemente a mi abuela en la Seguridad Social y, al final, he llegado a una conclusión de Perogrullo: que la paridad, la justicia o la fiscalidad aplicadas en masa no son equilibradas ni calibradas, pues resulta que pago igual que los evasores millonarios.
No cuento esto aquí para quejarme, porque siempre hay quien está peor, mucho mucho peor, yo, de hecho, creo que estoy de maravilla, lo cuento como excusa para adjuntar este artículo.
Y pronto espero vovler al microrrelato, que es mucho mejor que estas pajas con cierto autobombo explícito.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario