Medimos palmo a palmo la casa de mis bisabuelos. Estimamos que los muros exteriores tenían un grosor de 80 centímetros, y que ninguno de los tabiques interiores era maestro. Además, constatamos que la carcoma sólo había atacado a las escaleras, pero que las vigas estaban sanas. Cuando ya bajábamos de la sabaya, él me dijo:
-Mira ese baúl, igual hay algún tesoro.
Al abrirlo, estornudé de nuevo a causa de la nubecilla de polvo que dejó al descubierto varias fotografías en las que reconocí a mi tía abuela con su familia y a mi bisabuelo vestido de militar. El tesoro fue la carta fechada en Fago el 15 de febrero de 1953, de mi abuela para su padre y hermanos, que guardaban las ovejas en Loarre, 250 sin cordero, decía la misiva con una letra de otro siglo, escrita irregularmente con plumilla, con unos trazos más gruesos y otros más delicados. En la carta, de forma concisa cuenta muchas cosas mi abuela, que entonces tenía 30 años. Narra lo que su hermana manda para su sobrina (mi madre) y su madre (mi bisabuela) desde Francia: una muñeca, un abrigico blanco y un gorro de la misma tela, un par de guantes, café, azúcar y bombones. Todo, objetos sofisticados para el Fago de entonces, pero es que mi tía abuela vivía en Burdeos. Cuenta también como antes de irse una nevada en cae otra, lo que los mantiene todo el invierno incomunicados. Advierte a su hermano de que mire de comprarse una buena casa y le confirma a su padre que ha llegado la cebada, pero que no podrán sembrarla debido al mal tiempo.
Ahora, además, por fin sabemos qué día y qué año se fue mi tío abuelo Ángel a América. Él vino a Aragón hace un mes para, quizá, estar por última vez en su tierra natal, pues tiene ya más de 80 años. Mientras comíamos migas, le pregunté cuándo se había ido y me dijo que a pesar de que lo había pensado muchas veces, no lo recordaba. Pues en la misiva que encontré, mi abuela decía que habían tenido carta de Ángel, fechada el día 5 de febrero (de ese mismo año, claro, 1953), en París. Y añadía mi yaya, que aquella tarde a las seis, Ángel cogía el avión para Norte América. Le he enviado a mi tío un e-mail contándoselo y me ha contestado a los pocos minutos, creo que algo emocionado.
La carta fechada en Fago a 15 de febrero de 1953 |
Fragmento en el que explica que mi tío se marcha a Norte América |
Fragmento en el que explica que han recibido la cebada |
¡Qué gusto leerte!
ResponderEliminarqué bueno.
Eso sí que es un cofre del tesoro
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