Sólo era una niña cuando renací, y recuerdo aquel día cada día. El cielo estaba sombreado y mi papá y mi mamá acababan de llegar a la casa. Los soldados entraron poco después y a golpetazos nos sacaron a la calle. Pusieron a los hombres contra la pared de la parroquia, y a las mujeres, contra el muro de la plaza. Dispararon. Aún siento el peso de los cuerpos de mi abuelita y de mi madre cayendo sobre mí. Y así me quedé viva yo, debajo de los muertos.
Lo escribí tras ver el mini documental 'La verdad bajo la tierra. Guatemala, el genocidio silenciado', que es un audiovisual que complementa el libro de fotografías de Miquel Dewever-Plana. Aquí hay más información
Lo escribí tras ver el mini documental 'La verdad bajo la tierra. Guatemala, el genocidio silenciado', que es un audiovisual que complementa el libro de fotografías de Miquel Dewever-Plana. Aquí hay más información
P.D. Cuando lo escribí la palabra sólo aún llevaba tilde, así que la dejo. ¿Alguien sabe con certeza si recomiendan no ponerla u obligan?
Qué triste :-(
ResponderEliminarMe gusta tildar sólo y lo seguiré haciendo.
Un besico!
¡Qué bueno, qué lamentable, qué habitual!
ResponderEliminarQué estremecedora historia... y en qué pocas líneas. Fenomenal.
ResponderEliminarY respecto al sólo yo sigo haciendo lo que siempre he hecho, que es acentuarlo. Amí la Academia no me consultó y no tengo por qué darme por enterado.