El abuelo se acaricia el labio inferior con la punta de los dedos de su mano izquierda.
- Hoy no hay olas, hijo mío, está como una balsa de aceite.
El pequeño mira a su abuelo, lo ve grande, fuerte y peludo. Tiene que torcer el cuello hacia arriba para mirarle a la cara. No entiende lo del aceite, pero sabe perfectamente porque no hay olas y se lo explica al anciano:
- Se le habrán acabado las pilas.
* Esta es la versión de los noventa y de principios de siglo, ahora, creo que el niño sabría que la calma del mar se debe a un fallo en la Red o algo parecido.
Buenazo.
ResponderEliminarquizá no llega la wifi a la orilla ;)
ResponderEliminarde hecho, a este paso, no sé si mi hijo llegará a saber qué es una pila jaja
Habrá que sacarlas de las cajas del trastero para enseñárselas, supongo.
EliminarBesos.
Como inspiran los niños, que bueno!!!
Eliminar